lunes, 20 de julio de 2020

estuve peor

Lo estuve, estuve tan mal, que ya nisiquiera tengo ganas de mirar atrás.
Todo se trata de hoy, de ahora, y, ¿por qué no?, del mañana.
Siento que vuelvo a escribir con una mente completamente renovada.
Pero no se ilusionen, no estoy mucho mejor, solamente maduré.
Asumí que algunas cosas son cómo tienen que ser, las acepté, algunas las cambié, y otras siguen apareciendo, desorbitandome cómo siempre.
Pero sin más hice lo que pude.
Y aunque viajar sola y triste no sirvió en su momento para nada, hoy, siento que si no hubiera sido por eso no hubiera podido crecer.
Quiero decir que siempre se pone muy feo todo antes de ser mejor, no?.
Otra vez, después de meses, vuelvo a releer cosas que escribí cuándo más hundida en mi mierda interna estaba.
Mierda que era mucho más intensa y difícil de manejar que de escribir.
Me dolía más cuándo no tenia palabras que me hicieran sentir mejor, porque siempre soy la única que me hace bien.
Eran esos días en los que solamente quería estar acostada, quizás dibujando, leyendo algo, lo que sea.
Estaba tan en mi zona de confort en mi cama que ni lo notaba.
Supongo que ya había pasado mucho tiempo desde que me empecé a sentir así.
Cosas sueltas en mi mente que se fueron juntando, siempre cosas.
Algunas cosas eran insignificantes, pero aportaban lo suyo.
Todo me llegaba a afectar de alguna forma.
Cuándo llegué al punto de ya ni querer salir de mi casa fue cuándo se fue todo a la mierda en mi mente.
Lo que mejor me hacia era salir de ahí.
Sin embargo, en algún momento de la depresión, empecé a sentir cierta comodidad estando acostada.
No tenia que hablar con nadie, ni reir, ni fingir que estaba bien, ni nada parecido.
Podía estar tan triste cómo quería.
Y así estuve, y de eso mismo hoy trato de salir.
De mi puta zona de confort.


Parece que mi forma de escribir cambió completamente, porque ya no hay tanta delicadeza ni tristeza en lo que sale de mis ideas.
O así lo siento.
No sé, simplemente tenía ganas de escribir un rato, quizás nunca publique esto.

no sé


Extrañamente contenta. No sé porqué siempre que estoy con él las cosas se dan de una forma rara, quizás la energía de los dos atrae cosas buenas, y cosas un poco raras.
En este momento estoy tratando de guardar la mayor cantidad de detalles.
Por ejemplo, sus dedos tibios y suaves, su voz tranquila y dulce, sus labios delicados, cruzándose extrañamente con los míos.
Su calidez, a pesar de estar bajo la misma lluvia que esperamos durante casi todo febrero.
No puedo dejar de resaltar la calidez de su presencia.
Tengo esta necesidad de volver a tenerlo así de cerca, no cesa, aunque no es una necesidad ansiosa, sino una confusión que se tiñe de "necesidad", cuándo en realidad lo que quiero es poder compartir estas sensaciones con él, pero no podría más que en silencio.
Sería muy complicado tratar de detallar todo, aunque lo intento.

Siento que la parte tóxica que hay en mí se esta yendo muy lejos de mi alma, y me renuevo, me lleno de amor y cosas lindas.
¿Ya era hora?